En mi día a día el tema de los impuestos siempre sale a relucir en diversas conversaciones cotidianas. La queja más común que la gente me expresa es “¿para qué pagamos impuestos si no recibimos nada a cambio? Debemos tener
tinacos, verjas de seguridad, cámaras, alarmas, vigilantes, inversores o plantas eléctricas, seguro de salud privado” … solo por mencionar las cosas que más se repiten.
Luego de reflexionar en el tema, realmente encontré la siguiente respuesta: Los dominicanos tenemos servicios públicos, son deficientes, pero existen. Tenemos escuelas públicas, hospitales, calles, energía eléctrica, mantenemos a las personas privadas de libertad que llenan las cárceles… Decir que no tenemos servicios es un tanto exagerado.
Quienes tienen la posibilidad de mejorar su calidad de vida y resolver las deficiencias del gobierno lo hacen. Y sí, es un gasto adicional que no deberíamos tener. Pero ¿han visto los hospitales llenos? ¿Saben cuánto de nuestra población depende únicamente de esos servicios deficientes? Entonces, hay que decir que existen, aun cuando no sean de la mejor calidad.
Para que podamos entender el problema y hacerlo un poco más micro, podemos ver un símil con la cuota de mantenimiento de los edificios de apartamentos, torres, condominios, etc. ¿Quiénes de las personas que viven en apartamentos saben de una minoría de sus vecinos que se niegan a pagar dicha cuota (que es como un impuesto, pero solo de su edificio) aun cuando si reciben los servicios que esperan? ¿Quiénes no conocen al menos una persona que se niega a pagar la energía eléctrica que consume?
No digo que no haya problemas o una clara corrupción en el Gobierno que por cierto es también la realidad de los países vecinos… No todo esta bien. Podemos y debemos usar mejor nuestros recursos, pero para exigir debemos cumplir… Excusarse señalando lo mal hecho por los demás realmente no es válido si hacemos un ejercicio de conciencia.
En este país debemos generar un cambio de cultura si queremos progresar. Dejar de velar por el bienestar individual y empezar a pensar en el bien común. ¿Cuántos no votan por un candidato o partido político solo por promesas de beneficio personal sin analizar si realmente ese candidato tiene un buen plan de gobierno? ¿Cuántos no quieren ser funcionarios por las mieles que pueden obtener en un cargo público más que por su compromiso de servir? ¿Cuántos critican la corrupción en el Gobierno hasta que tienen un familiar en un cargo público que los pone en nómina, como un favor, sin prestar un servicio a cambio? No estoy señalando a nadie… solo hago una invitación a reflexionar, porque al final el problema no son los impuestos, es la evasión y forma como se administran las recaudaciones de impuestos por parte del Gobierno.