Desde hace aproximadamente dos años hemos visto como surgen y se aplican nuevos controles, especialmente aquellos orientados a combatir el lavado de activos y las transacciones en efectivo. La verdad es que, a pesar de esos controles, hay un mercado informal que se aferra cada vez mas a su estatus de “informal” ya que en la formalidad ven más que todo limitaciones, obligaciones, y desventajas.
Hoy en día aun existen negocios informales que no aceptan la verdad de que tenemos el deber de pagar impuestos, se niegan a que se le apliquen retenciones y especialmente algunos sectores económicos en donde la palabra ITBIS es casi una maldición.
Existen además negocios formales que, dentro de lo posible, prefieren negociar la venta de sus bienes o servicios “por fuera” es decir, sin entregar facturas, pago en efectivo y sin ITBIS. A esto reprenden otros dueños de negocios aceptando esas condiciones de venta porque “se ahorran el ITBIS” por lo menos en su realidad mental, ya que en este tipo de transacción en realidad no hay ahorro porque pierdes el 27% del precio que pagaste (eso si declaras anualmente el ISR).
Son muchas las personas y pequeñas empresas que están formalizadas y quieren hacer sus reportes a la DGII con apego en la ley vigente, pero al encontrarse de frente con la realidad de que sus suplidores y proveedores no aceptan las retenciones, que le hagan comprobante de compra (anteriormente de proveedor informal) o se niegan a emitir facturas, el negocio se complica. Estas empresas van acumulando gastos necesarios para su negocio, que a final de año no son reconocidos para fines de calcular el Impuesto Sobre la Renta debido a que no tienen un documento fehaciente que cumpla con los requisitos para la deducción del gasto.
¿Entonces en que se traduce esto? En un mercado paralelo de operaciones en efectivo en el cual los ingresos en efectivo se usan para cubrir los gastos con la misma forma de pago.
Eliminar el anticipo no es atractivo suficiente para atraer a los pequeños negocios a la formalización. Cambiar una forma de pago por otra no es suficiente. Las personas tienen la creencia de que al eliminar el anticipo se le elimina el impuesto, pero no es así. En vez de pagar en cuotas anticipadas, los pequeños negocios tendrían que pagar el 100% de su impuesto al final del año. ¿Están esos negocios planificados financieramente para eso?
Creo que es tiempo de invertir en controles, pero también y muy especialmente en acciones preventivas. En incluir en los programas de las distintas carreras universitarias materias electivas enfocadas en finanzas, impuestos, mercadeo, y otras areas a fines necesarias para los futuros dueños de negocios. Tal vez así la tasa de éxito de los mismos sea mayor y su disposición a pertenecer a un mercado formal también aumente.
También sería necesario simplificar las declaraciones. Con el paso de los años y el nivel de detalle que requiere la Administración Tributaria dificulta enormemente el llenado de esas declaraciones, especialmente para aquellas personas que a penas se inician en el mundo de los negocios, además que de tanto detalle solo aumenta el riesgo de inconsistencias.
Creo que no me he perdido uno solo de tus artículos. muy de acuerdo con lo que dices. Creo que llevaría años de trabajo constante para poder concientizar al dominicano a que el pago de los impuestos es una parte de la vida productiva, y que lo recaudado por el Estado, nos beneficia a todos como individuos y como país. Una campaña constante y por todos los flancos es necesaria desde los primeros años de instrucción escolar en que el alumno pueda entender estos conceptos, hasta la vida aldulta del ciudadano.
No podemos pretender ver resultados en cuanto a la concienciación al respecto de este tema, en tan solo una generación. Pero no por lo difícil del trabajo debe de dejarse de hacer.
También es cierto que la DGII debe simplificar el proceso tributario, para que cualquiera lo entienda y pueda cumplir con sus obligaciones.