Es una idea generalizada que todos los contadores son expertos en impuestos y con razón, porque hasta hace aproximadamente 12 años, nuestro Sistema Tributario Dominicano era relativamente simple, y con la práctica, cualquier contador de una empresa podía hacerse cargo de esas obligaciones.
Desde que entraron en vigor los Comprobantes Fiscales y las remisiones de los formatos de envío de datos, así como diversas Normas Generales que establecen retenciones, ya sea se Impuesto Sobre la Renta o de ITBIS, la cosa ha cambiado mucho. Tanto es así, que empresas medianas y grandes cuentan con personal para hacer frente exclusivamente a las obligaciones fiscales y en ocasiones cuentan con todo un departamento.
Con los cruces de información que hace la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), son muchos los detalles que debemos tomar en cuenta para que no se generen las inconsistencias que a su vez son una de las causas principales de fiscalizaciones. Y ¿qué decir de los cambios implementados a principios de este año 2018 en los formatos de envío de datos? Información aun más detallada que requiere inclusive que las operaciones de ingresos presentadas por una de las partes en una transacción, coincidan en fechas, montos de honorarios, retenciones, y hasta repetir facturas cuando la retención no se practica en el mismo mes que se reporta, eso sin mencionar la forma de pago, ya que hasta en eso puede haber diferencias.
Por el lado de las retenciones, es como si tuviéramos que actuar en nombre de la DGII, ya que la ley establece las situaciones en las que una empresa debe actuar como agente de retención, es decir, quedarse con una parte del impuesto que le corresponde pagar a un tercero con el cual tuvimos alguna transacción comercial y reportar y pagar ese dinero a la DGII. ¿Suena simple verdad? Pero no es así cuando profundizamos en los detalles que hay que tomar en cuenta para aplicar correctamente esas retenciones de impuestos y los distintos porcentajes en que éstas se aplican.
Es cierto que mientras más información se reporte a la DGII mas control puede ésta tener para verificar la correcta aplicación de los impuestos. Pero ¿hasta qué punto puede un contribuyente soportar esta carga? Eso lo veremos en el año 2019 cuando se implementen localmente nuevas regulaciones sobre BEPS (Base Erosion and Profit Shifting) Erosión de las Bases Fiscales y el Traslado de Beneficios que se está implementando en todos los países miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)
Yo agregó que en la empresa donde trabajo tenemos que luchar con los proveedores para que envíen las facturas con el formato establecido por la DGII, y discusiones sobre las retenciones que se complica cuando son empresas de construcción